miércoles, 24 de agosto de 2016

LOS PERONISTAS Y LA MILITANCIA - Por Eduardo Ramos Campagnolo -

    En los últimos años he escuchado a muchas personas atribuirse la categoría de "militante" fundamentando ello en su sola pertenencia o simpatía con tal o cual organización social o política. Otros creen ser militantes por el solo hecho de portar un cartel o una bandera en una movilización. Hay quienes solo militan bajo la condición del cobro de un sueldo, que no es precisamente el mínimo, vital y móvil, ni el de un jubilado. Algunos lo hacen un año antes de las elecciones y con la aspiración a ser incluidos en lista de candidatos. 
        Los casos mencionados en el párrafo anterior son ejemplos de militantes "caretas", creo que mis años de militancia peronista me autorizan a ensayar alguna que otra reflexión sobre el tema. Y me parece interesante destacar que la militancia, social o política verdaderamente vocacional, de servicio al prójimo es la que se practica en los peores escenarios: una villa miseria, un hospital, un asilo de ancianos, un hogar de niños huérfanos, una cárcel, un hospital psiquiátrico, los lugares donde están los que sufren hambre y sed de justicia. Y no se trata de hacerse una escapadita adonde están los que sufren, de vez en cuando, para tranquilizar la conciencia, se trata de con-vivir, de compartir sus problemas y aflicciones y mucha veces solo es importante escuchar ¡ cuanta gente solo reclama ser escuchada!. Tampoco se trata de hacer "caridad" entendiendo a la caridad en su errónea definición vulgar, esa caridad no sirve para nada, es como arrojarle un hueso a un perro. 
         La militancia es un dolor en el pecho ante la presencia de un niño descalzo, de un joven adicto a las drogas, de un enfermo terminal, de un anciano abandonado, de comunidades enteras que carecen de las condiciones mínimas de salubridad como agua potable, cloacas, atención médica, seguridad, energía eléctrica, viviendas dignas. Argentina no es Canadá, ni Australia, ni Alemania, ni Austria, ni Finlandia y nuestra ciudad (Santa Fe) no es Melbourne, ni Viena, ni Vancouver, ni Toronto, ni Helnsiski, ni Hamburgo; pero resulta que siendo un país potencialmente rico, hay demasiado injusticia social, una paradoja... una triste paradoja de imágenes engañosas.
         Hubo quienes se decían militantes y vaya si razonaban, filosofaban hasta el hartazgo acerca de ello, aburrieron en esa dialéctica y cuando tuvieron todos los instrumentos para cambiar la realidad...se olvidaron arteramente de los ideales de la  justicia social, los guardaron en sus bolsos y en sus cuantas bancarias en el país y en otros. Por ello proclamo que la teoría de la militancia debe pasar por mucha observación, poco estudio o razonamiento y muchas acciones concretas. Hablar es fácil, decir " estamos trabajando en ello", también es una mentira expres, mencionar lo que se hizo y esconder lo que falta es cobarde. Si queremos encontrar una guía, los peronistas tenemos la Doctrina Social de la Iglesia, si queremos elegir un ámbito, ya enumeré algunos, si queremos encontrar un  tiempo, es el ahora, si queremos un ejemplo miremos a Evita, si queremos un motivo: por la igualdad de oportunidades, por una patria grande, por nuestros hermanos que sufren, por nuestro deber cristiano, porque en definitiva estamos para eso y eso vinimos a aprender en esta vida.
         

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