domingo, 27 de marzo de 2016

      No es bueno que exista una sola versión de los acontecimientos históricos, porque ésta puede responder a un modismo, emocional y/o políticamente conveniente. Es bueno que haya otras versiones, y aunque el pasado está siempre abierto, como una herida incurable, lo básico ya lo conocemos, aunque muchos no lo acepten y persistan en manipular los acontecimientos, la participación de los actores-sus roles- y el contexto histórico en que sucedieron.
     Quienes repiten la mentira a sabiendas son cómplices de la falsificación de la historia, solo engañan a los niños. Una cosa es contar la historia y otra muy distinta es estudiar la historia, un campo teórico de diversas interpretaciones que deben ser demostradas, con pruebas y en lo posible equilibradas.

jueves, 24 de marzo de 2016






Al diploma de sabio solo lo entrega la universidad de la humildad.
Eduardo Ramos Campagnolo

lunes, 14 de marzo de 2016

DIRECTRICES PARA UN PROGRAMA NACIONAL DE TRATAMIENTO PENITENCIARIO - Ensayo - Parte I - Autor: Eduardo Ramos Campagnolo -

    INTRODUCCIÓN:
    La propuesta consiste en un Programa Marco y Sub-programas de aplicación de medidas coordinadas; médicas, sociales, educativas y profesionales para aquellas personas que se encuentran privadas de su libertad. Para la elaboración del presente ensayo se han considerado: el Derecho (penal y procesal), la Doctrina Social de la iglesia, estudios de campo en barrios marginados, estudios realizados en cárceles y otros institutos de detención y estudios del Centro Internacional de Estudios Penitenciarios. Se ha analizado experiencias de otros países, del Foro Europeo de Seguridad Urbana y del Consejo de la Prevención del crimen en EEUU, Informes de la Asociación John Howard de Alberta, Canadá, entre otros.
    Obviamente esto no implica que lo que funcionó en otros países, vaya a funcionar en la Argentina del año 2016, se trata de sociedades distintas, distintas culturales, distintas formaciones educativas, distinto medio ambiente social y distintas legislaciones. Y seguramente esta hipótesis de trabajo no es omnicomprensiva y solo sea sistémica y pueda incorporar algunos elementos nuevos o una mirada distinta, empíricamente fundada y básicamente coherente.
      En primer lugar es sumamente importante destacar el concepto que la sociedad en general tiene de la cárcel, de la tarea judicial y de las legislaciones provinciales, nacionales e internacionales. Atento a la relación que la sociedad tiene con los sistemas judiciales y penitenciarios, diré que existe un desconocimiento social que proviene de la gran distancia que hay entre las creencias populares y la realidad concreta. Básicamente, la sociedad no conoce los distintos enfoques que las legislaciones tratan a los detenidos menores de edad, a los mayores, a los enfermos, a quienes están procesados-para quienes rige el principio de inocencia- y a los condenados. Uno de los errores de la sociedad es creer que desde el mismo momento que la persona humana es detenida, por ello ya es-automáticamente- responsable del delito que se le imputa, desconoce que los hechos y las distintas responsabilidades ( si las hubiere) debe probarse en sede judicial, la autoría o participación en el mismo. 
   Otro error muy común es desconocer que las penas impuestas refieren solo a la prohibición ambulatoria del detenido, aunque muchas sentencias aplican otras sanciones aleatorias, el detenido conserva derechos que deben ser respetados. Asimismo la legislación establece que si la persona en prisión ha observado los reglamentos carcelarios y cumplido con las pautas establecidas por los equipos de seguimiento que lo controlan, tiene el derecho, cumplida la mitad de la pena, a obtener salidas transitorias con el propósito de afianzar sus lazos familiares, mellados por el tiempo, luego puede obtener salidas laborales diarias para, con un trabajo honesto ir reinsertándose a la sociedad que lo excluyó por un tiempo considerado prudencial. Porque si analizamos profundamente toda nuestra legislación (Argentina) no podemos negar que la "Ultima ratio"  no es el castigo al culpable , como la sociedad cree convencida, sino que consiste en recuperar a ese ser humano para la sociedad.
     En los casos de detenidos que cursan estudios o cursos de capacitación laboral, estos reciben una reducción- a mi criterio mínima- en el tiempo de la sentencia que le ha tocado cumplir. Esto, y mucho más que la sociedad desconoce, lleva a creer que una persona que ha sido condenada por ejemplo a diez años de prisión, ésta recuperará su libertad recién a los diez años de haber sido detenido y no es así. Así también creo muy importante señalar que la sociedad estigmatiza perpetuamente a quienes han pasado por un penal, nadie cree que los presos puedan retomar una vida honesta. Así el que fue a prisión por haber robado, será un ladrón toda su vida y señalado como tal, y esta estigmatización es traslativa a sus familiares, dirán entonces " Aquellos son los hijos del ladrón fulano", "Allí va la señora del que mató a...". La deuda con la sociedad nunca estará saldada.
     Con el propósito de estructurar programas y sub-programas de tratamientos penitenciarios, lo segundo que entiendo que se debe consensuar es el concepto que defina con exactitud el objeto o el fin perseguido; ¿Se trata de reinsertar al individuo en la sociedad?, ¿de resocializarlo, de incluirlo o integrarlo a la sociedad, de reconstruir su proyecto de vida, de tratarlo, de rehabilitarlo, de restaurarlo, de una readaptación social? Si utilizo el término "reinsertarlo" me podrían decir: no se puede hablar de reinserción de quién nunca estuvo adentro de la normativa legal, siempre perteneció al mundo del delito. en la misma sintonía está el término " readaptarlo". Si utilizo el término " Rehabilitarlo" parecería exclusividad de personas enfermas o accidentadas; si hablo de "reconstruir un proyecto de vida", o de su "restauración" pareciera que se trata de un objeto que se rompió y ahora hay que armarlo. Si vemos a esta problemática desde la óptica cristiana hablaremos de la "conversión" del ser humano. Ninguna palabra de las mencionadas parece ser el término exacto. En mi opinión personal creo que debemos hablar de "Formación Social" y los penales, Unidades penitenciarias o comunmente denominadas "cárceles",Términos devenidos de conceptos arcaicos, deben ser reemplazados por "Centro de Formación Social", cuyo objeto consiste en que la persona sujeta a prisionización construya un proyecto de vida alternativo y también esta designación desestigmatizaría a quienes son sujetos de aplicación.
      Concretamente opino que el ser humano en prisión debe ser objeto de la aplicación combinada y personalizada de medidas ,médicas, sociales, educativas, religiosas y profesionales o laborales para lograr su recuperación, adquiriendo capacidades funcionales psicológicas y colectivas, adquiera independencia, logre empleo y utilice su libertad, reencamine su existencia hacia su proyecto de vida, recupere su dignidad y la reputación perdida y estas medidas deben ser garantía de no repetición.
      El Estado debe disponer de equipos interdisciplinarios compuestos por: Psiquiatras, Neuropsiquiatras, Neurobiólogos, Psiquiatras forenses, para tratar problemas de adultos y de jóvenes del tipo adicciones, trastornos psicóticos, trastornos del estado de ánimo, trastornos transculturales, de la conducta, de las emociones, alteraciones en el razonamiento o de adaptación a la realidad y condiciones de vida. Psicoterapeutas. Psicólogos sociales para comportamientos disruptivos, violencia, alcoholismo y otros desórdenes psicológicos. Psiquiatras biológicos para dominar la ira, la tristeza, los miedos, disgustos y verguenzas, la educación emocional. Criminólogos, Sociólogos, Antropólogos, Psicologos educativos, Semiólogos, expertos en Penología, Profesores de ética ciudadana y educación en valores, Consejeros, ONG como la Pastoral Penitenciaria, y las Iglesias Evangelistas, Monitores, maestros de oficios, Asistentes Sociales, especialistas en pedagogía terapéutica (para el tratamiento del analfabetismo emocional, la resistencia a las frustraciones y la resilencia.
      Este Ensayo parte de mostrar la realidad social argentina, dos mundos en conflicto, dos cosmovisiones: la de los marginados y/o marginales y la visión del mundo de aquellos quienes tienen acceso a las oportunidades del mundo moderno; y que generalmente resultan personas frívolas, individualistas, egoístas y corruptos, algunos los llaman "los incluídos". En sus manifestaciones ambas culturas son antagónicas, una dice y acusa de ser la físicamente agredida- y es verdad-, y la otra, aun que no lo expresa agresiones silenciosas e invisibles cuya sedimentación los hace reaccionar conforme a sus carencias educativas, materiales, culturales, afectivas y sociales. Las personas humanas que viven ( o sufren) el mundo de los marginados no calza zapatos, calzan zapatillas, usa gorras, prefiere la cumbia, bebe alcohol, fuma marihuana, consume comida basura, se vale de un lenguaje encriptado, soporta los piojos y habita viviendas insalubres, nunca tendrá una Obra Social, jamás conocerá un spa. tampoco visitará a un odontólogo particular, no sabrá lo que es un Psicólogo, qué son las vacaciones, qué es un idioma extranjero, qué puede leer libros, tener un microondas,o un aire acondicionado, o un automóvil legalmente adquirido, tampoco casa-quinta, ni ropa importada, ni siquiera un empleo dignamente remunerado y legalizado. Estos dos mundos, que se dañan mutuamente con violencias distintas, tienen carencias formativas, y ambos deben ser formados, de nada servirá a la sociedad que una persona humana egrese de un "Centro de Formación Social" si ella volverá a agredirlo e incitarlo a reincidir en el delito.
      Es menester aclarar que la tarea en su diagnostico, planificación y ejecución es "sin final", o al decir de Paulo Freire: repensada diariamente. Los nuevos instrumentos para la formación social de la persona humana que desarrollaré en el siguiente capítulo no pueden dejar de estar íntimamente ligados del desarrollo social necesario para disminuir los factores de riesgo.
        Hay nuevas figuras que incorporar al sistema, al diagnóstico, planeamiento y ejecución hay que necesariamente agregarle el seguimiento y el control, como así la ampliación de la formación a todo el grupo familiar del sujeto. Al aislar al ser humano detenido de la sociedad, también se lo aisla de su familia, a la que el estado debe brindarle protección psico-social; porque ésta siempre resulta afectada al perder convivencia, contacto emocional, intercambio socioafectivo, estigmatización colectiva, lo que afecta a un miembro de una familia, afecta a la familia toda, porque una familia es un todo organizado.

      
      
        
       



domingo, 13 de marzo de 2016

El escritor Eduardo Ramos Campagnolo es integrante de la Unión Hispanomundial de Escritores con sede en Perú.

sábado, 12 de marzo de 2016

LA BUENA CAUSA - Por Eduardo Ramos Campagnolo -

Cuando llegues ya agotada a tu hogar, humilde mansión donde te esperan más tareas que las que has realizado en la jornada laboral diaria y sientas que tus fuerzas flaquean; recuerda al día siguiente hacer esto: En la mañana tempranera abre la ventana del primer piso de tu casa, entonces verás los sauces iluminados por los dorados rayos del sol que comienza a asomar, con esa imagen en tu retina piensa: ¿ Cuantos bebés han emitido su primer llanto o su primer suspiro hoy? ¿ decenas, cientos, tal vez miles? Seguramente muchos de ellos fueron salvados por ti, en cada uno de éstos hay un pedacito  de ti,
podrías decir sin temor a equivocarte de que de todos ellos eres un poco su mamá; ¡ Eres mamá de tantos! Aunque seguramente ellos nunca lo sepan. 
        Militando solitaria en la villas, concientizando en las aulas, también en la calle, diez mil ciudadanos valientes te acompañan, por todo ello y mucho más te digo: ¡ Fuerzas!, no te pido yo: Quienes están por nacer te lo piden, aunque aún no puedan hablar.

Dedicado a todas las personas que diariamente trabajan voluntariamente para preservar la vida humana.