Los bufones son personajes que existieron, existen y estarán siempre. Son personajes que alquilan su cuota de poder al monarca de turno, son saltimbanquis que dan volteretas en el escenario compartido de los castillos, también comparten el banquete palaciego. Pueden jugar a las stasis o demostrar una dinámica atemorizante y veloz como un rayo. Siempre dispuestos a arrancar la risa cáustica de la serpiente y las lágrimas de los espectadores. Responden incondicionalmente al mandato caprichoso inventando cada vez que cambian su pellejo, nuevas y míticas tragedias, teatro que se convierte en culto del populacho. Por un puñado de monedas y la amenaza siempre latente de perder los favores del monarca realizan lo que es, en realidad su verdadero trabajo: complacer los caprichos del monarca, responder a los intereses de los nobles, si es necesario también distraer con cuentos de víctimas y jaurías. Lo importante es no confundir payasos con bufones, porque los bufones son mercenarios malditos y en definitiva: cómplices.
sábado, 25 de junio de 2016
martes, 21 de junio de 2016
LOS EFÍMEROS VERANOS DEL REGRESO A ITACA
LOS EFÍMEROS VERANOS DEL REGRESO A ÍTACA
Por Eduardo Ramos Campagnolo
Nuestros
relojes han enloquecido y lo han hecho lenta y progresivamente, siguiendo la
receta de Gramsci, para que no lo notemos, para que no veamos la devaluación
irracional que nos anestesia en esta trágica pesadilla, en la que, al final de
cada día, ha transcurrido medio año.
Nuestros
cuerpos se degradan al ritmo de nuestras dialogadas caminatas diarias, la
lentitud, la amnesia, la minuciosidad y la torpeza así lo evidencian. “Este verano será largo Daniel…”
¿Cuantos veranos han pasado? ¿once? ¿cien? Itaca ya no es la misma amigo mío,
si lo logramos, regresaremos con el cómico extravío del extranjero que no
reconoce ni siquiera el extraño lenguaje. Creo que será mejor esconderse así
evitaríamos exudar nuestro origen.
Los niños de
ayer, han mutado a máquinas sofisticadamente informatizadas que se comunican
con reglas y códigos que no son precisamente binarios, sino desconocidos e
indescifrables para nosotros. Los hombres y las mujeres se han esfumado en la
niebla de Itaca, han aparecido mutantes. Tampoco están los buenos ni los malos,
han aparecido guerreros que provienen del imperio de las competencias
despiadadas, despreciables seres programados para la supervivencia a cualquier
precio.
Nuestros juguetes
Daniel, aquellos que usábamos cuando éramos niños, aunque inocentes, hoy se ven
ridículos…y lastimosos, solo a nosotros no nos interesa este detalle. Nuestras
peripecias se asemejan a las de Ulises regresando de Troya a Itaca, salvando la
distancia de que la Odisea ha sido solo una inolvidable pieza de la literatura
mitológica, pero… nosotros también tuvimos nuestros Polifemos, Circe intentó
convertirnos en cerdos; sirenas, remolinos y monstruos nos asediaron, creo que
ya pasamos las pruebas, falta que Nausicaa nos proporcione el barco. Nos
esperan ciento veinte traidores y solo una Penélope…
sábado, 18 de junio de 2016
Suscribirse a:
Entradas (Atom)